Los alumnos de primero están preparando un precioso mural sobre este cuento de David Melling de la editorial Beascoa.
La princesa acaba de nacer y por eso los reyes reciben numerosos regalos, entre los que se encuentra “el más blandito y más mullido cojín del reino”. En él encuentra reposo la recién nacida, per o un día el rechoncho gato del castillo lo destroza con sus afiladas uñas y desde entonces la princesa no cesa de llorar y llorar. Tanto es así que el rey, desesperado, decide acudir a su más leal caballero y su precioso corcel: les pide ir en busca de lo más suave que puedan encontrar para rellenar el cojín y dar consuelo a la pequeña.


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